15º DOMINGO DEL TEMPO ORDINARIO     (Ciclo B) Par Año 2024

La misión de los Doce

Lectio Divina Marcos 6, 7-13    14. de Julio 2024

Oración inicial

Concédenos, oh Padre, reconocer en tu Hijo tu rostro de amor, la Palabra de salvación y de misericordia, para que podamos seguirlo con un corazón generoso y lo anunciemos de palabra y obra a los hermanos y hermanas que esperan el Reino y su justicia. Cólmanos de tu Espíritu para que nuestra escucha sea atenta y nuestro testimonio sea auténtico y libre, incluso en los momentos de dificultad y de incomprensión. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Lectio (Lectura) ¿Qué dice el texto?.

a) El contexto:

Después de la llamada (en el texto “institución”) de los doce (Mc 3, 13-19) Jesús enseña y hace curaciones, como si les estuviera dando clases. Ahora llega la hora de su primer ejercicio público: deben hacer una primera experiencia de anuncio. Van de dos en dos entre las gentes, con una misión que, en Marcos aparece bastante reducida: un anuncio genérico de conversión y varios tipos de prodigios contra el mal. Jesús no se deja intimidar por el rechazo violento de los suyos en Nazaret, narrado por Marcos a continuación: Mc 6,1-6. No renuncia a su misión, porque no son nuestros modos obtusos los que pueden bloquearla. Los otros dos Sinópticos (Mt 10, 1-42; Lc 9, 1-10) narran con mayor precisión la misión y los desafíos que encontrarán. De todos modos, es importante ver que la misión nace por un mandato de Jesús y después de haber aprendido de Él el modo cómo han de realizarla y los temas. El número “doce” – tan citado en referencia a la fundación de la primera comunidad y en los esplendores del Apocalipsis – significa la continuidad, pero también la superación de la economía salvífica precedente. El envío de “dos en dos”, según la mentalidad judaica, es porque ésta solamente admite el testimonio dado por una “comunidad” (por lo menos mínima) y no de uno solo.

Evangelio Marcos 6,7-13
7Y recorría los pueblos del contorno enseñando. 7Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos.8 Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; 9sino: Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.10les dijo: Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí.11 Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.” 12Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; 13expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Un momento de silencio orante para releer el texto con el corazón y reconocer a través de las frases y de la estructura la presencia del misterio del Dios viviente.

Algunas preguntas para ayudarnos en la meditación y en la oración.

a) ¿Por qué es tan importante en Marcos la expulsión de los demonios inmundos?

b) ¿Qué sentido tiene la insistencia que se pone en la pobreza de medios?

c) ¿Cuál es el contenido de esta primera predicación?

d) Junto con la pobreza, Jesús invita a tener coraje y libertad: ¿por qué los pone juntos?

e) ¿Por qué la predicación es itinerante y no estable?

f) ¿ En qué otras cosas se explican mejor los otros Sinópticos?

Para aquéllos que desean profundizar más en el tema

«Comenzó a enviarlos de dos en dos»

La misión de los discípulos no viene por entusiasmo personal o por una manía de grandeza: comienza cuando Jesús cree que están preparados para hablar, de acuerdo con lo que han escuchado y asimilado. Según Marcos, hasta este momento solamente han visto algunos milagros, han escuchado algunas enseñanzas, entre las más importantes el tema de la semilla que crece de varias formas y han asistido a alguna polémica sobre Jesús y los jefes. Su práctica al curar, su llamada a la conversión, su disponibilidad a moverse en medio de la gente, su predicación itinerante, estos son los puntos a los que han de hacer referencia. No están todavía maduros del todo, pero el ejercicio los ayudará a madurar. Bajo la supervisión de Jesús, pueden aprender y mejorar: encontrarán las palabras justas, los gestos adecuados. Experimentarán el entusiasmo de un éxito estrepitoso, pero luego, al final, deberán superar también el centrarse en los milagros para anunciar la muerte y resurrección del Salvador.

«Les dio potestad sobre los espíritus inmundos…»

Se trata de la «exousia» que también Jesús ejercía: se les capacita y se les autoriza para usar el mismo poder. Parece ser que para Marcos éste sea el ejercicio principal en este momento; por lo demás él mismo se concentra sobre este aspecto del Jesús «taumaturgo», que expulsa los espíritus malignos. Debemos pensar que por «espíritus malignos» se entendían entonces muchas cosas a la vez: enfermedad psíquica, distintas formas de epilepsia, fuerzas malignas destructoras, poder esclavizante de las leyes, toda forma de dolencia psíquica, malformaciones físicas, etc. El poder se ejercita pasando por entremedio de estos sufrimientos: aceptando el reto que hacen a la confianza en Dios, a la convivencia solidaria, a la dignidad de toda persona humana. No debemos identificar «inmundo» con impureza de tipo sexual o legal. Se trata de la «pureza» a la luz de Dios: que es amor, solidariedad, justicia, misericordia, colaboración, acogida…etc. Por eso los doce tendrán que llamar «a conversión» de estos prejuicios y de estas formas perversas e «inmundas» de vivir como hijos de Dios.

«Fuera del bastón, nada para el viaje…»

La misión debe ser itinerante, no sedentaria, es decir, deberá estimular a caminar de nuevo, a encontrase de nuevo, al despego de los resultados, a la libertad interior y exterior. De aquí la recomendación que todos los Sinópticos resaltan sobre la pobreza material en el vestir y en el comer, y sobre las seguridades y evidencias. Probablemente se trata de la brevedad de la experiencia: no debía durar mucho este primer ejercicio, y por lo tanto, deberían ir aligerados de todo, libres, insistir más sobre lo inmediato del anuncio, que sobre la consolidación de los resultados. Sin embargo, cuando este texto fue escrito, la situación de la comunidad de los discípulos estaba mucho más desarrollada y consolidada. Por lo tanto, la memoria de estas recomendaciones no servía solamente para recordar aquella primera experiencia alegre y aventurera. Servía también para confrontar el estilo original y la práctica de aquel momento, tan lejano ahora, del tiempo de Jesús. Es, por lo tanto, una llamada a un impulso misionero menos miedoso debido a la exigencia del confort y seguridad.

«Sacudiendo el polvo de la planta de los pies…»

Las recomendaciones del Señor ponen de relieve dos aspectos, aparentemente contrarios. Por un lado, deben ir con toda disponibilidad, a encontrar a la gente, sin preocupación de ganancias o supervivencia. Deben buscar al que está enfermo – por razones personales o sociales, por la opresión de la ley o por la maldad humana -y liberarlo, ungirlo con aceite, sanar las heridas y las plagas del corazón. Pero por otro lado, deben evitar aceptar cualquier tipo de hipocresía, de bondad sin responsabilidad. Junto a la caridad y a la premura hacia los que sufren, deben tener el valor también de desenmascarar la hipocresía, de reaccionar ante la cerrazón, de aceptar los fracasos personales Deben irse, sin lamentaciones ni debilidad, del lugar donde no haya habido acogida, donde el rechazo o la hipocresía hagan estéril el anuncio y el testimonio. Una ruptura clara e inequívoca, que ni el mismo Jesús ha vivido mucho. El trató siempre de volver a dialogar, sufrió por la cerrazón de los fariseos y de los escribas, hizo frente a sus tenaces e insidiosas barreras. Y, sin embargo, impone a los discípulos no perder tiempo con los que no los aceptan. Probablemente en esta recomendación exista también una adaptación a la situación de la comunidad: no deben lamentarse por no entenderse con la comunidad israelítica. Hubo una cerrazón total, un rechazo feroz y agresivo: esto ya lo había previsto Jesús. Que no les dé pena. Que vayan a otros lugares, que no pierdan el tiempo en recuperar lo que es irrecuperable.

Oratio (Oración) ¿Qué decimos nosotros al Señor como respuesta a su Palabra?
Salmo 85

Oración por la justicia y la paz

¡Muéstranos tu amor, Yahvé,
danos tu salvación!
Escucharé lo que habla Dios.
Sí, Yahvé habla de futuro
para su pueblo y sus amigos,
que no recaerán en la torpeza.

Su salvación se acerca a sus adeptos,
y la Gloria morará en nuestra tierra.
Amor y Verdad se han dado cita,
Justicia y Paz se besan;
Verdad brota de la tierra,
Justicia se asoma desde el cielo.
Yahvé mismo dará prosperidad,
nuestra tierra dará su cosecha.
Justicia marchará ante él,
con sus pasos le abrirá camino.

Oración final

¡Señor Dios nuestro!, aparta a los discípulos de tu Hijo de los caminos fáciles de la popularidad, de la gloria a poco precio, y llévalos sobre los caminos de los pobres y de los afligidos de la tierra, para que sepan reconocer en sus rostros el rostro del Maestro y Redentor. Da ojos para ver los senderos posibles a la justicia y a la solidaridad; oídos para escuchar las peticiones de salvación y salud de tantos que buscan como a tientas; enriquece sus corazones de fidelidad generosa y de delicadeza y comprensión para que se hagan compañeros de camino y testimonios verdaderos y sinceros de la gloria que resplandece en el crucificado resucitado y victorioso. Él vive y reina glorioso contigo, oh Padre, por los siglos de los siglos.


Lecturas del Domingo 15º del Tiempo Ordinario

Ciclo B Par

1ª LECTURA
Lectura del Profeta Amós 7, 12-15


En aquellos días, Amasías, sacerdote de Betel, dijo a Amós:
«Vidente, vete, huye al territorio de Judá. Allí podrás ganarte el pan y allí profetizar. Pero en Betel no vuelvas a profetizar, porque es el santuario del rey y la casa del reino».
Pero Amós respondió a Amasías:
«Yo no soy profeta ni hijo de profeta. Yo era un pastor y cultivador de sicomoros.
Pero el Señor me arrancó de mi rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel”».

SALMO RESPONSORIAL
Sal. 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
R: Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está cerca de los que lo temen,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.
El Señor nos dará lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
y sus pasos señalarán el camino. R.

2ª LECTURA
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 3-14


Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos.
Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor.
Él nos ha destinado por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.
En él, por su sangre, tenemos la redención, el perdón de los pecados, conforme a la riqueza de la gracia que en su sabiduría y prudencia ha derrochado para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad: el plan que había proyectado realizar por Cristo, en la plenitud de los tiempos: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra.
En él hemos heredado también los que estábamos destinados por decisión del que lo hace todo según su voluntad, para que seamos alabanza de su gloria quienes antes esperábamos en el Mesías.
En él también vosotros, después de haber escuchado la palabra de verdad – el evangelio de vuestra salvación -, creyendo en él habéis sido marcados con el sello del Espíritu Santo prometido.
Él es la prenda de nuestra herencia, mientras llega la redención del pueblo de su propiedad, para alabanza de su gloria.