II Foro de Empresas Socialmente Comprometidas organizado por Manos Unidas Valencia
“Nos movemos en un mundo injusto, el hecho de nacer en uno u otro lugar condiciona totalmente nuestra vida”, con estas palabras, Juan de Amunátegui, Coordinador de Proyectos en América Latina de Manos Unidas, nos ha situado en el panorama de injusticias del mundo en el que vivimos.
El II Foro de Empresas Socialmente Comprometidas, organizado por Manos Unidas Valencia, ha reunido, en CaixaForum València, a un grupo de empresas y de voluntarios que han coincido en resaltar que se puede mejorar el mundo con diversas actuaciones, grandes y pequeñas, que contribuyen a minimizar las injusticias.
La Concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Valencia, Marta Torrado, ha inaugurado este foro, poniendo en valor la importancia de “tender puentes entre la sociedad y el mundo empresarial, a lo que contribuye actos como este de Manos unidas”. Ha destacado que una mejor distribución de la riqueza conlleva “una sociedad más sostenible” y ha referenciado que ese es el testigo que ha tomado la Casa del Voluntariado promovida por el Ayuntamiento de Valencia, que, entre otras cosas, “fomenta el voluntariado corporativo”.
Las donaciones recaudadas gracias a los patrocinadores de este Foro (Banco Santander, Fundación Vicky Foods, Caixa Popular, Kaldevi, Los Gómez, Gestinmédica, Fundación Futuro Digital, Edicom y Ecoalum) se destinan a financiar los proyectos de Manos Unidas.
EL foro se ha desarrollado a través de tres mesas: Empresas, Voluntarios y Manos Unidas. Por parte de esta ONG, Juan de Amunátegui, ha informado de que su objetivo es denunciar la existencia del hambre y sus causas, y reunir los medios económicos para financiar el desarrollo integral de los pueblos más vulnerables. Por ejemplo, en 2024 se realizaron 575 proyectos, en los que hubo 1.600.000 personas beneficiadas.
A continuación, Amunátegui se ha enfocado el fenómeno de la migración: “multicausal, debido a conflictos armados, guerras, regímenes políticos que no respetan los derechos humanos, escasez de recursos y cambio climático”. “El mandato de las ONGs es facilitar la migración y movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, mediante políticas planificadas y bien gestionadas”, ha referido el voluntario de Manos Unidas. “Hasta el momento –ha lamentado Amunátegui- no se ha desarrollado un modelo eficaz de ordenación de la migración”.
“Manos Unidas considera que los problemas deben abordarse desde el origen: conseguir que en los Países del Sur las personas tengan una vida digna, pero no podemos quedar ajenos al drama de las migraciones y también actuamos en ese campo”, ha explicado.
- ( Fotos: Mihaela Danciu)
Ha referenciado los principales flujos actuales, que son el centroamericano hacia Estados Unidos, el éxodo masivo de Venezuela, el flujo haitiano principalmente hacia República Dominicana, el éxodo cubano, los desplazamientos internos en Colombia y el flujo migratorio internacional. Manos Unidas está presente en tres de ellos: los migrantes camino a USA, el éxodo venezolano (con proyectos en Brasil, Perú, Colombia y Ecuador) y la migración haitiana a República Dominicana.
El Coordinador de Manos Unidas en Latinoamérica recuerda con especial tristeza “el miedo que se percibe en una casa de acogida de migrantes”.
Mesa de Empresas: más allá del beneficio económico
Los ponentes de la Mesa de Empresas nos han demostrado con sus experiencias la compatibilidad entre unas buenas cuentas de resultados y un apoyo solidario a quienes lo necesitan.
La emoción que trasmite Pilar Ortega, directora de Calidad de Gestinmédica, al hablar del legado solidario de su padre nos muestra un caso de éxito de compromiso con los vulnerables, y con sus propios trabajadores. “En una cena de Navidad compartimos con los empleados nuestros proyectos solidarios y tuvo un gran impacto. Ahora votamos los proyectos entre todos”, explica Pilar Ortega.
Por parte de Caixa Popular, Josep Llopis, Director de Zona y Responsable de Instituciones Religiosas, reconoce sentirse “afortunado de estar en una empresa con valores”. Se trata de una cooperativa que mantiene el espíritu de sus fundadores: “mirar más allá del beneficio económico”. En Caixa Popular, refiere Llopis, organizan un Día del Salario en el que los empleados donan la financiación de un proyecto, y todos, sus 450 trabajadores participan. “Adicionalmente, – según las bases de esta iniciativa- la entidad aporta el doble del importe recaudado por las trabajadoras y trabajadores”.
Llum Social, de quien es Directora Ejecutiva, Laëtitia Llaunet, está especializada en conectar los recursos con colectivos vulnerables. Llaunet ha enfatizado “la necesidad de tener referentes” que ayuden a transformar la situación de las personas sin hogar. Y lo hacen a través de una app. La convicción de Llum Social de que invertir en las personas no es un gasto, sino una inversión, es compartida por la cuarta persona que componía la Mesa de Empresas, Marta Iranzo, quien como presidenta de EVAP (Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia), aboga por una idea en la que cree firmemente: “Cuanto más rica sea una empresa, más retorna, así, todos ganamos con una sociedad más justa y sostenible”. Para terminar, Iranzo ha defendido el compromiso de la juventud cuando hay un motivo. Lo que enlaza con la Mesa de Voluntarios, en la que las muestras solidarias de la riada de Valencia ha cobrado un merecido protagonismo.
Mesa de Voluntarios: el impacto solidario de la dana
Toni Villuendas, Analista de Inversión, en Angels Capital, ha compartido sus inicios en el apoyo a los necesitados: con solo 12 años y un pequeño grupo de amigos inventaron el “macarrón solidario”, lo único que sabían cocinar. Y ahora, años después, y con una catástrofe que aún duele en la sociedad valenciana, una comida caliente ha vuelto a ser la necesidad básica a la que muchas personas no tenían acceso. A través de la Marina de Empresas de Juan Roig, Villuendas relata como trabajaron para llevar efectivo y esperanza a personas que lo habían perdido todo. Aún se reúnen, benefactores y beneficiarios, para hablar de un futuro en el que muchos dejaron de creer por un tiempo, hasta que un valenciano solidario se acordó de ellos.
A Juan Luis Hortelano, Presidente de Startup Valencia, el click solidario le sonó también muy joven: “cuando salían a pedir con las huchas del colegio”. Ahora desde Startup Valencia, un referente de empresas innovadoras y tecnológicas, no sólo devolvieron internet donde la incomunicación agravaba el desastre de la riada, sino que llevaron colchones, hidrolimpiadoras y montaron la iniciativa “Adopta un colegio”, ha señalado Hortelano, y “llegamos a sitios donde solo había llegado la Marina de Empresas”.
Toni Carceller, Director de Marketing del Grupo Gómez, comparte también plenamente la filosofía del Foro de Empresas Socialmente Comprometidas : “hay que contar las cosas, porque la gente se anima”. Grupo Gómez llegó a repartir 4.000 raciones diarias de comida, incluso de casa en casa. Los restaurantes de Valencia estaban prácticamente vacíos y los empleados cocinaron para la zona afectada. “Muchas empresas se comprometieron por esta causa”, explica Carceller, y hubo un efecto solidario que abarcó a gran parte de la sociedad, de Valencia y de toda España.
La Mesa de Voluntarios finalizó con el testimonio de Isidora Ramírez, Abogada y Directora en We Throug the Wall, cuya misión es “romper barreras y promover la comprensión, la empatía y la inclusividad”. Ramírez ha trabajado en zonas de guerra donde en medio de la oscuridad buscaba resaltar la luz de las personas y cuenta emocionada como quienes no tenían nada, aún le mostraban apoyo y compasión.