Presentación de la Campaña 2024 de Manos Unidas en Valencia

-Manos Unidas Valencia ha presentado su Campaña de 2024 en el Palacio de Colomina.

-Durante los próximos doce meses, la ONG de la Iglesia Católica va a poner de manifiesto la injusticia
de la desigualdad medioambiental que merma los derechos básicos de millones de personas

-El testimonio de Cristina Antolín, médico cirujano y misionera, ha conmovido a los asistentes al
escuchar un relato de ayuda desinteresada a miles de personas necesitadas.

FOTOS «A. Saiz/AVAN»

“Mi sueño para África es construir un hospital nuevo, con material nuevo, que no sea el contenedor de lo que sobra en Europa”, así lo ha expresado Cristina Antolín, médico y misionera, que ha trabajado en África más de 30 años. Cristina Antolín ha estado en Valencia para apoyar la presentación de la Campaña 65 de Manos Unidas que lleva por lema “El efecto ser humano. La única especia capaz de cambiar el planeta”. La presentación ha contado también con Ana Ruiz Ruiz, delegada de Valencia y José Domenech, consiliario de Manos Unidas Valencia.

La organización de la Iglesia católica en España para la lucha contra la pobreza, se propone el reto de alcanzar un planeta sostenible, sin pobreza, hambre, ni desigualdad; es decir, una casa común en la que podamos vivir con dignidad todos los seres humanos. “A lo largo de este año, Manos Unidas no pretende hablar del cambio climático en general, sino de poner de manifiesto una injusticia: cómo la desigualdad medioambiental está afectando a millones de personas, sobre todo en el sur global, mermando sus derechos más básicos”, ha explicado Ana Ruiz Ruiz, delegada de Manos Unidas en Valencia.

Manos Unidas desde hace 65 años promueve proyectos de desarrollo de energías renovables como la solar o la eólica, reforestación de bosques con especies autóctonas, agricultura sostenible con diversificación de cultivos, sistemas de riego y suministro de agua segura, acogida e integración de migrantes medioambientales
y ayudas en emergencias climáticas. Vocación médica en África Cristina Antolín, natural de Orihuela, llegó de misionera a República Democrática del Congo (entonces Zaire), a un pueblo llamado Isiro, selva pura, en el que trabajó como médico cirujano 15 años. Tuvo que marchar de allí porque la situación política se complicó y llegó a estar secuestrada, pero logró escapar ayudada por la población local.

En el año 2000 fue enviada a Camerún, a un barrio periférico de la capital del país, Yaunde, llamado Mvog Betsi. En Camerún ha estado 17 años, donde también ha trabajado como médico cirujano, en medicina general y en distintas especialidades. Antolín opera desde una hernia hasta unas cataratas, va aprendiendo según las
necesidades de los pacientes que trata. Aprovecha sus estancias en España para formarse y para dar tratamientos de calidad a cada persona sin importar su condición, raza o religión.

“Agradezco a Manos Unidas que desde el año 1989 nos financió un proyecto para mejorar el hospital de Isiro en el Congo”, ha explicado Antolín. En la misma localidad Manos Unidas rehabilitó un centro de promoción de la mujer y construyó una escuela. “Lo que más me impresiona de África es que no hay seguridad social, que el lugar en el que nacemos determina nuestra salud”, se lamenta Cristina Antolín. Ha operado en chozas de barro, en mesas de madera, ha hecho cesáreas en el suelo y las incubadoras eran cestas, con una sábana y una bolsa de agua caliente. Después recibieron incubadoras de un hospital de España que había renovado este material.

En Camerún, Manos Unidas ayuda en el hospital de referencia del barrio Mvog Betsi “San Martín de Porres” donde la ONG católica ha financiado el abastecimiento de agua, la formación de personal médico y enfermería y la rehabilitación, terapia ocupacional y acompañamiento de enfermos de Sida. El hospital cuenta con más
benefactores y Cristina Antolín es artífice de su desarrollo y mantenimiento. “La asistencia no es gratuita, no queremos ser asistencialistas, tenemos precios muy ajustados y por supuesto tratamos todas las urgencias. También tenemos un servicio social que estudia los casos de personas que no tienen nada”, ha explicado la doctora Antolín.

Actualmente, Cristina Antolín, desde 2017, está como general de su Congregación, Santo Domingo, y reside en España y acompaña las distintas misiones que la congregación tiene por el mundo: Venezuela, Colombia, Ucrania, Cuba, Tailandia, Congo y Camerún, cuyo hospital sigue muy de cerca. El hospital sigue funcionando
con personal del lugar, marcha muy bien gracias al proyecto de formación que promovió Manos Unidas. “El objetivo de la cooperación es que las cosas funcionen con el personal propio”, explica Antolín. “lo mejor que pueden hacer las personas que viajan allí para ayudar es formar a los que se van a quedar, porque el trabajo
que se puede hacer allí es muy bueno, operar a personas durante un mes beneficia mucho, pero lo importante es que los que se quedan, aprendan”.

DESIGUALDAD MEDIOAMBIENTAL

FOTOS «A. Saiz/AVAN»

“Queremos sensibilizar a la sociedad de que de nuestros actos tanto individuales, como colectivos depende alcanzar un planeta sostenible y una casa común en la que todos podamos vivir con dignidad”, ha reivindicado Ana Ruiz, quien ha recordado que la desigualdad medioambiental está afectando a millones de personas de los
países más vulnerables. “Son las comunidades más pobres y con menos recursos las menos responsables y las que más lo sufren”, según Ana Ruiz.

Ha denunciado Ana Ruiz que “el calentamiento del planeta tiene que ver con el uso abusivo de los recursos naturales, el consumo de los combustibles fósiles y la emisión de gases de efecto invernadero. Las grandes industrias están deslocalizando sus actividades más contaminantes hacia países del sur donde las normas y regulaciones son más permisivas”.

Durante la presentación de la campaña de Manos Unidas se ha recordado que el Papa Francisco en su encíclica Laudato sí denuncia el modelo económico que prima y beneficia a los países más desarrollados sin tener en cuenta la degradación del medio ambiente y las trágicas consecuencias que sufren millones de personas.

Ana Ruiz ha terminado recordando unas palabras del Papa Francisco “Todo está relacionado, y el auténtico cuidado de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás”.

LA BELLEZA DE LA CREACIÓN

FOTOS «A. Saiz/AVAN»

El consiliario de Manos Unidas, José Domenech, nos ha invitado a reflexionar sobre la grandeza de la creación: “Nada malo ha salido de las manos de Dios. Y el hombre tiene también la misión de cuidar todo lo que crece, todo lo creado. Cuidar lo creado, no sólo porque no tenemos otro planeta, porque nos conviene, sino porque es obra de Dios”.

“Podemos entender que estamos llamados a cuidar el mundo, no tanto por el planeta, que no tiene alma, sino por los hombres que lo habitamos. Porque cuidar el mundo en el que vivimos, es una manera de cuidar a todos los que en él vivimos”, ha señalado el consiliario.

Durante los actos de campaña la misionera Cristina Antolín, ha dado charlas en varios colegios de la diócesis de Valencia a cuyos alumnos ha llevado el mensaje de la solidaridad. Se han mostrado conmovidos por las acciones de la misionera y por la vida que llevan niños como ellos en lugares menos favorecidos. Algunos grupos han preferido sacrificar su recreo por escuchar a la doctora de África.

Los actos de campaña culminaron con la Eucaristía en la Basílica el viernes 9 de febrero con motivo del Día del Ayuno Voluntario, que invita a ponerse en la piel de los que pasan el día sin apenas comer. La Eucaristía fue celebrada por el Arzobispo Enrique Benavent. Finalmente el domingo 11 de febrero tuvo lugar la Jornada
Nacional de Manos Unidas por lo que las colectas de todas las parroquias se destinan a financiar los proyectos de la ONG.

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