En la intención del Papa Francisco para este mes de diciembre habla del ministerio, misión y vocación de los catequistas. Agradece su entusiasmo por la transmisión de la fe, y los anima a anunciar el Evangelio con nuevos lenguajes y caminos.

En el video de este mes Francisco, a través de la Red Mundial de Oración del Papa, dedica su mensaje a los catequistas, en el que reconoce su labor como una auténtica misión y ministerio al servicio de la misión de la Iglesia.

El Papa señala que se trata verdaderamente de una vocación, ya que “ser catequista significa que uno ‘es catequista’, no que ‘trabaja de catequista’”.

Anunciar el Evangelio con nuevos lenguajes y caminos

En estos tiempos donde el mundo sufre muchos cambios, Francisco agradece el entusiasmo de aquellos bautizados que con un continuado esfuerzo y alegría transmiten la fe, a la vez que los alienta a seguir anunciando el Evangelio “con su vida, con mansedumbre, con un lenguaje nuevo y abriendo caminos nuevos”.  

En el Video del Papa, se muestra un ejemplo de estos nuevos lenguajes, al mostrar a catequistas y jóvenes trabajando en un mural. Con sprays y pinturas, decenas de niños y adolescentes -acompañados por sus catequistas- ayudan al artista italiano Paolo Colasanti (en arte Gojo) a reproducir una versión creativa de la escena del lavatorio de los pies, en una pared del oratorio de la parroquia romana de Nuestra Señora de Coromoto.

El catequista: ¿un ministerio muy antiguo?

En mayo de este año, Francisco había dado grandes señales hacia los catequistas al instituir su ministerio laical mediante el Motu Proprio Antiquum ministerium.  Y ahora en diciembre, el Pontífice en sus intenciones, ratifica esta forma de servicio que se ha mantenido a lo largo de la historia de la Iglesia.

“El ministerio laical del catequista es una vocación, es una misión”. Todavía hoy, explica en el Video del Papa, se puede ver cómo “en tantas diócesis, en tantos continentes, la evangelización fundamentalmente está en manos de un catequista”, por eso, afirma Francisco,  “hace falta buenos catequistas que sean a la vez acompañantes y pedagogos”. Ser catequista, enseña el Santo Padre, no es un trabajo, se trata más bien de enseñar con paciencia, de acompañar, de anunciar la alegría del Evangelio “pero no con bocina”, sino con la propia vida, con mansedumbre, con valentía y creatividad.

Nuevos caminos, nuevos lenguajes

El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comentó a propósito de esta intención: “Es un gesto elocuente que Francisco dedique este último mensaje a los catequistas en el mismo año en que instituyó su ministerio laical y en que se inició el itinerario Sinodal ‘como Pueblo de Dios peregrino y misionero’. Como lo indica el Documento preparatorio de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos el Espíritu Santo, hoy como ayer, continua a actuar en la historia: ‘en los surcos excavados por los sufrimientos de todo tipo padecidos por la familia humana y por el Pueblo de Dios están floreciendo nuevos lenguajes de fe y nuevos caminos capaces (…) de encontrar en medio de las pruebas las razones para refundar el camino de la vida cristiana y eclesial. En esta misma línea se ha de considerar la reciente institución del ministerio laical de catequista” (n°7). Recemos pues ‘por los catequistas, llamados a proclamar la Palabra de Dios: para que sean testigos de ella con valentía, creatividad y con la fuerza del Espíritu Santo’”.

 

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