VALENCIA, 6 FEB. (AVAN) .- Las parroquias de la diócesis de Valencia destinarán las colectas de las misas de este próximo domingo a la financiación de proyectos de desarrollo de Manos Unidas con motivo de la celebración de la Jornada Nacional de la entidad que presentó ayer su campaña de 2020 bajo el lema “Quien más sufre el maltrato al planeta no eres tu”, centrada en denunciar las consecuencias de la crisis climática en millones de personas necesitadas.
Asimismo, colegios y parroquias de la diócesis de Valencia han organizado para este próximo viernes cenas del hambre y almuerzos solidarios en los que sólo se consume pan, aceite y sal, con motivo de la celebración del Día del Ayuno Voluntario impulsada por Manos Unidas.
En el marco de la nueva campaña Manos Unidas Valencia promoverá 9 proyectos para luchar contra el hambre en países de África, Asia y América Latina. Precisamente, ayer tuvo lugar el acto de presentación de la campaña, en el Palacio de Colomina CEU.
“Todavía hay 821 millones de personas que pasan hambre, un hecho que escandaliza y que se agrava a consecuencia del cambio climático, entre otros motivos”, lamentó Ana Ruiz Ruiz, delegada de Manos Unidas Valencia. La cifra “resulta intolerable, comparemos que la población de Europa (50 países) es de 747 millones de habitantes”. “La relación entre el hambre y la pobreza con el deterioro del planeta es un hecho que no admite discusión”, ha denunciado Ana Ruiz.
Por su parte, Carmen Puerto, directora del Palacio de Colomina CEU, quien introdujo la presentación de la campaña “Quien más sufre el maltrato al planeta no eres tú”, recordó la importancia de que la solidaridad forme parte de los centros educativos, y que conviva con las actividades formativas junto con la cultura y el arte.
Para dar testimonio sobre el terreno del trabajo de Manos Unidas, tomó parte también Manuel Fernández García, misionero en la República Democrática del Congo desde hace casi 25 años, tras otros 10 años en los que estuvo en Mali.
Manuel Fernández García, que pertenece a los Padres Blancos – Misioneros de África, desarrolla actualmente su labor en el Centro Pedagógico de Estudio y Documentación de la ciudad congoleña de Bunia. Este centro, promovido por Manos Unidas, “es mucho más que un lugar de estudio: es un punto de encuentro entre etnias para cerrar la brecha que se abrió durante los difíciles años de la guerra interétnica”. “Su Escuela de Paz devuelve a los niños a su infancia para que dejen atrás los traumas que han sufrido por los años de violencia, de la que han sido testigos y víctimas inocentes”.
Igualmente, el sacerdote y biólogo, Ferrán Lluch, explicó cómo en el medioambiente todo está conectado y “nuestro estilo de vida consumista afecta a otros lugares del planeta”. “Si el desierto crece, los agricultores, ganaderos, pescadores… pierden su forma de vida y se ven obligados a migrar”. Asimismo, Lluch considera que “no podemos pensar que las soluciones están en manos de los políticos, sino que desde las bases, las personas, y a través de grupos intermedios como Manos Unidas, debemos empujar hacia una conversión ecológica cambiando nuestro estilo de vida”.
“Quien más sufre el maltrato al planeta”
Durante la Campaña, Manos Unidas Valencia va a denunciar las consecuencias que el deterioro medioambiental tiene sobre millones de personas, “porque a la crisis climática queremos ponerle rostro humano, el de los más de 1.000 millones de pobres”.
Las huellas medioambientales del hambre y la pobreza se marcan en forma de contaminación, agotamiento de recursos, destrucción de hábitats y ecosistemas, inundaciones, sequías extremas, desertización y deforestación.
Además de la denuncia y sensibilización que lleva a cabo Manos Unidas en el marco de su trabajo de educación para el desarrollo, apoyamos proyectos que ayudan a las comunidades a adaptarse a los cambios medioambientales y climáticos. “Se trata de promover iniciativas que ayuden a quienes se ven obligados a migrar y a dejar atrás su vida, su hogar, su tierra… como consecuencia de la crisis climática”.
(Fotografías A.Saiz)