La Fundación Ad Gentes del Arzobispado de Valencia colaboró en la instalación de paneles solares que evitan cortes en las emisiones

VALENCIA, 28 MAR. (AVAN).- Una radio católica de Honduras, perteneciente a una parroquia regida por un misionero valenciano, se ha convertido en el medio oficial de comunicación de emergencias en relación con el coronavirus en el departamento de Gracias a Dios, con más de 100.000 habitantes, y además sirve para informar sobre pautas preventivas y emite misas y contenidos para acompañar espiritualmente.

La Radio Kupia Kumi, que gestiona desde hace 16 años la parroquia hondureña de San José, en la ciudad de Puerto Lempira, “está siendo, en la práctica, el medio oficial de comunicación del Comité departamental de Emergencia desde que el 16 de marzo se decretaron medidas frente a la pandemia, ya que es la única emisora con una cobertura departamental, personal y con horario fijo de emisiones”, ha explicado Enrique Alagarda, misionero valenciano, de 54 años, de la congregación de los Padres Paúles.

Por tanto, esta emisora católica, que alcanza una audiencia potencial de 100.000 habitantes en todo el departamento, “está prestando un gran servicio tanto desde el punto de vista interno, para la Iglesia, como a nivel social, porque también sirve para que los profesionales de la salud den información para la prevención, y todo lo hacemos cediendo espacios gratuitos”, según Alagarda, que ha añadido que “en esta región el único recurso que tenemos frente al coronavirus es la prevención”.

La parroquia de San José atiende a 60.000 habitantes de Puerto Lempira, principal ciudad de la región selvática de la Mosquitia, un bosque tropical rodeado por una laguna y ríos y con acceso muy complicado, lo que convierte a la radio parroquial en un medio fundamental de comunicación con la población de más de 70 aldeas diseminadas en esa zona indígena.

Desde el 16 marzo “hay toque de queda absoluto que limita mucho los movimientos de la gente y están prohibidas las celebraciones religiosas con público, por ello estamos transmitiendo las eucaristías, en español y en lengua miskita, y programas especiales para acompañar espiritualmente a la feligresía de la parroquia y que no se sientan abandonados”.

Asimismo, la Radio Kupia Kumi, que en lengua misquita significa “radio paz” y que emite en el 94.9 F.M., “tiene un buen sistema solar que nos ayuda para no parar emisiones con los frecuentes cortes de energía y que pudimos instalar gracias a la ayuda de la Fundación Ad Gentes del Arzobispado de Valencia”, según Alagarda, que ha destacado que ahora “necesitamos ampliar este sistema al templo parroquial para que las celebraciones no tengan que interrumpirse por falta de energía eléctrica”.

La idea de crear esta emisora surgió por parte de los sacerdotes de la congregación de la Misión de San Vicente de Paul en Puerto Lempira después de que el Huracán Mitch azotara esta región en octubre de 1998, ya que de haber existido una radio que les avisara, las comunidades, muy distantes entre sí, podrían haber estado preparadas y se habría evitado, o al menos reducido, la pérdida de vidas humanas y bienes materiales.

“En esta región, el único recurso que tenemos es la prevención, no hay medios ni respiradores”

En Puerto Lempira, “desde que comenzaron las medidas se ha impuesto el cierre de todos los comercios excepto los autorizados: alimentos, farmacia y los bancos”, una situación que “para nuestra población no es fácil, ya que si no trabajan no ganan, y si no ganan no tienen dinero para comer”.

Por el momento “no hay desabastecimiento, a pesar de que los barcos llegan con bastante retraso, pero las familias están sufriendo por la falta de trabajo, por eso desde la parroquia hemos repartido más de cien provisiones de productos básicos para los más necesitados”.

En Honduras, a fecha de 26 de marzo, hay 67 afectados por coronavirus confirmados, ninguno en el departamento de Gracias a Dios. Ante esta pandemia, “el único recurso que tenemos es la prevención, ya que el hospital de Puerto Lempira no cuenta con medios para tratar y aislar a pacientes de COVID-19, ni siquiera con un respirador”.

Igualmente, “a la población, por el aislamiento natural de la zona, le cuesta mucho comprender la gravedad de la enfermedad y la necesidad de quedarse en casa, por ello las perspectivas de futuro no son muy halagüeñas”, ha precisado.

Enrique Alagarda, nacido en Valencia y perteneciente a la congregación de la Misión Padres Paúles, ya estuvo como párroco en Puerto Lempira de 1998 a 2008 y regresó de nuevo a la misma parroquia hace ahora un año.
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