DIÓCESIS DE VALENCIA, 15 AGO.- El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha destacado hoy que la Virgen María es “signo de consuelo y esperanza” y ha pedido que Ella “proteja a la humanidad y vele por los cristianos para que prosigan confiados por la vía de la unidad, como fermento para la concordia mundial”.
En la misa solemne de la fiesta de la Asunción, celebrada hoy en la Catedral y concelebrada por el Cabildo, el Arzobispo ha denunciado el “martirio tan frecuente y cruel hoy en países que sufren la violencia del yihadismo islámico contra los cristianos, por ejemplo Nigeria” donde “se ataca a los cristianos por el hecho de serlo, con el silencio culpable de los países de Occidente”.
Del mismo modo, el Cardenal ha pedido que la Iglesia “sea transparencia del Evangelio y auténtico hogar de comunión; que viva su misión de anunciar el Evangelio de la esperanza para la paz y la alegría de todos”.
“Nuestra humanidad, en este valle de lágrimas en tiempo de pandemia, renace a la esperanza viva. Ésta es nuestra victoria: María es madre y esperanza en medio de tantas dificultades en que nos encontramos cada día, cada uno, la Iglesia entera”, ha señalado.
La Iglesia, en el siglo XX y XXI, ha padecido “muchas tribulaciones: la secularización generalizada, la interior propia de la Iglesia, la apostasía silenciosa, las deserciones de tantos cristianos, el debilitamiento de tantas conciencias, la quiebra moral de los tiempos actuales están siendo una prueba muy severa”.
Existe “un ataque físico y moral, también en Occidente, donde se intenta que Dios y la Iglesia desaparezcan, no cuenten”, ha subrayado el Arzobispo, quien ha explicado que “cuando la Iglesia defiende la vida humana en todas sus fases; los cuidados paliativos; la familia asentada sobre el matrimonio único e indisoluble entre hombre y mujer; y una enseñanza sin adoctrinamiento ideológico, así da testimonio la Iglesia de Dios vivo”.
La consecuencia es “el acoso, la descalificación y la persecución misma. A la Iglesia la quieren callada, muda. Así lo indican algunas decisiones asumidas frente a fiestas o expresiones religiosas, como las procesiones. Pero, frente a eso, la victoria ya se ha dado: la prueba es María, vestida del cielo, con doce estrellas, que es figura de la Iglesia”.
En esta “época y sociedad afectadas, a menudo, por un oscurecimiento de la esperanza, en la que tantos hombres y mujeres parecen desorientados, inseguros, también muchos cristianos, y envueltos en una grave pérdida de la memoria y de la herencia cristiana, la Iglesia, en comunión con María asunta a los cielos, camina en la esperanza”.
Al final de su homilía, el Arzobispo ha pedido a la Virgen “la protección de los jóvenes; los responsables de las naciones para que se empeñen en construir una casa común; que desaparezca la violencia y guerra y se respete la dignidad y los derechos de todos; por las familias, los parados, los enfermos, los que sufren, tus hijos preferidos”.
Durante la misa se ha realizado una petición por el eterno descanso del fotógrafo valenciano Manolo Guallart Furió, falleció el pasado viernes a los 62 años de edad, colaborador desde hacía más de dos décadas del semanario diocesano PARAULA y de la agencia de noticias del Arzobispado de Valencia AVAN, especializado en tradiciones y religiosidad popular.
Fotografías: Alberto Sáiz